Jamás te recuerdo porque nunca te olvido

-Es tan absurdo.
-Absurdo? Por qué?
-Porque lo es y ya.
-Ah, vale.
-Es tan poco lindo.
-Creo que ahora la conversación es contigo, verdad? Tú y tus razonamientos en voz alta.
-Es un distanciamiento tan frío, pero tan sentido.
-Duele?
-Tú qué crees?
-Bueno, bueno, no tenés que ponerte así conmigo. Yo sólo quiero seguir tu razonamiento.
-Es...es tan jamás te recuerdo porque nunca te olvido.
-Pero eso está bien, no? El siempre estar, aunque no se esté presente presente.
-Yo lo veo más como que ya no me recuerda, ya no me piensa, ya no tengo porqué pasar por su cabeza, porque ya soy parte de. El problema es que me gusta ser pensada...
-Entonces todo este rollo es problema de él o....tuyo?
-Me gusta no ser olvidada, no ser un pensamiento leve y distante.
-Ajá, entonces, repito, el problema es de...?
-Me gusta ser recordada...